Reglamento

Ordenanza municipal reguladora de la constitución y funcionamiento del consejo de mujeres de Oñati

Algunas claves para situar la ordenanza:

Ordenanza construida en la lógica de la colaboración público-social

Si bien al Consejo de Mujeres de Oñati se le atribuye la condición de órgano reglado y dependiente del Ayuntamiento, de acuerdo con la forma de entender y trabajar la participación de este Ayuntamiento, se le ha dotado y reconocido de características propias de los espacios de colaboración (autonomía, capacidad organizativa, dinamicidad, flexibilidad,...) atravesando con ello las estrecheces a las que se enfrentan este tipo de órganos.

Una nueva forma de hacer políticas públicas

Las políticas públicas necesitan integrar la perspectiva de género en su formulación, si quieren construir políticas justas y transformadoras. Y ante este reto, las limitaciones de las instituciones son cada vez más evidentes. El consejo de mujeres de Oñati nos presenta una nueva forma de hacer en este sentido, basada en el compromiso entre ambas partes y con el objetivo de generar un beneficio común y una sociedad más justa e igualitaria.

Una responsabilidad compartida

Esta normativa ha querido prestar especial atención a la capacidad de influencia del consejo y al establecimiento de garantías y condiciones para poder incorporar su actuación a nivel municipal. Por ello, se establecen los compromisos y obligaciones de ambas partes, concretando especialmente los objetivos operativos e instrumentales que corresponden al Ayuntamiento.

Así, será responsabilidad del Ayuntamiento la apertura de cauces de participación en el Consejo, la socialización de su actuación, su puesta en valor, su integración en las formas de trabajo municipales y la dotación de los medios técnicos y económicos necesarios, entre otros.

Una relación no jerarquica entre participantes

El carácter horizontal de la relación entre las participantes del Consejo se ha considerado importante a lo largo de todo el proceso de constitución del mismo. Esta Ordenanza trata de preservar esa horizontalidad de las relaciones, tratando de evitar formas organizativas que establezcan jerarquías entre sus miembros: participación por representación de las asociaciones, o que el Consejo tenga que adquirir forma de asociación a la hora de formalizar su actuación, entre otros.

En la fórmula utilizada ha sido necesario nombrar a una Presidenta y una Secretaria, que en este caso serían representantes del Ayuntamiento, y así se ha querido evitar establecer jerarquía entre sus miembros. Cabe aclarar, que se configura de forma figurativa el papel de la presidenta, y se reconoce al propio Consejo la plena determinación sobre su actuación.

Ordenanza que fija el foco en la incidencia más que en la capacidad de decisión

Aunque se ha hecho un esfuerzo por situar y dotar de garantías a la toma de decisiones del consejo de mujeres de Oñati, se ha querido poner el foco en la capacidad de influencia: si el objetivo último del consejo es el impacto en las políticas públicas, nos interesa más a la capacidad de influir en las cuestiones que afectan más a la ciudadanía que a la capacidad de decisión en las cuestiones de menor impacto. El impacto prevalece sobre la toma de decisiones para que la actuación del Consejo de las Mujeres sea decisiva y transformadora.